sábado, 6 de mayo de 2006

Más allá de la poesía (part deux)


Quizás uno de los escritores chilenos más legendarios del momento es el poeta David Rosenmann-Taub (1927), quien ha logrado lo que miles de otras personalidades de la literatura nacional ni siquiera vislumbran, ni tampoco les interesa: el hacer ruido única y exclusivamente por su obra. El “altoparlante” de este poético ruido ha sido la editorial LOM, que ha entregado nuevos capítulos de la saga de Rosenmann-Taub, a saber Poesiectomía y Los despojos del sol.
Ya de antes este autor había construido su mito, que además del ingrediente poético, incluye la casi increíble y muy envidiable beca de la que goza desde 1976, otorgada por la Oriental Studies Foundation, que, en palabras simples, le paga por escribir poesía y dictar unas cuantas conferencias al año. Qué mejor. Lo anterior, y las referencias indirectas de terceros, como su amigo e improvisado relacionador público, Armando Uribe, que lo ha calificado, con vehemencia zuritiana, como el “poeta vivo más importante y profundo de toda la lengua castellana”.
Y para hacer todavía más sorprendente el mito, Rosenmann-Taub realmente escribe una poesía totalmente distinta a cualquier cosa que veamos en nuestras librerías. Muy mal leída, la poesía de Rosenmann-Taub daría la impresión de ser hermética, “escrita en complicado”, con palabras obsoletas y anacrónicas, con poemas casi epigramáticos. Pero eso es desde una óptica pobre y deplorable.
De más está decir que la realidad nos entrega, afortunadamente, a un poeta que domina a cabalidad la materia prima de la poesía, el lenguaje, y lo hace de tal forma que es capaz de construir estructuras mínimas y cuasi perfectas, propias de un trabajo que se ha ido destilando casi por medio siglo. Si por ahí se definió a la poesía como el arte de forzar el lenguaje, entonces Rosenmann-Taub es el poeta por antonomasia. Dueño de un estilo y una maestría eficaz y poderosa, Rosenmann-Taub sirve a la fábula que otros han alimentado, con poesía única, con un lenguaje vivificador de la palabra, y de una poesía cargada de significación, música y ritmo. Más simple, a Rosenmann-Taub no se le escapa nada, y al lector no debería escapársele la posibilidad de revisar esta poesía, única en nuestras letras.


David Rosenmann-Taub
“Poesiectomía” & “Los Despojos del sol”
LOM, Santiago, 2006.



*Publicado originalmente en El Periodista N° 104, 5 de mayo de 2006

1 comentarios:

Die Walküre dijo...

Siempre está la urgente necesidad de nutrirse de cosas y palabras distintas y diferentes,recomendadas exquisitamente...
Lo mejor será comenzar muy pronto y seguir muy de cerca estos pasos...
Auf Wiedersehen!