domingo, 8 de octubre de 2006

Memoria literal

Simone de Beauvoir (1908-1986), novelista, ensayista y filósofa francesa, fue una de las personalidades intelectuales más atrayentes del siglo XX. Supo estar a la altura de su eterno compañero, Jean Paul Sartre, no como una fiel escudera, sino como una personalidad aparte, una mente peculiarmente fértil en medio del epicentro de buena parte de la intelectualidad del siglo XX. Como si estos elementos no fueran suficientes para construir una biografía contundente, la existencial Simone de Beauvoir se situó en momentos claves de la historia de la humanidad, como la Segunda Guerra Mundial.
Quién mejor que la misma Simone de Beauvoir para relatar su paso por el mundo. Así lo hace en el segundo tomo de su autobiografía, “La plenitud de la vida” (Ed. Debolsillo, 2006), una continuación de “Memorias de una joven formal”, que narra la infancia y la adolescencia de la autora de “La mujer rota”, su desarrollo intelectual y el encuentro con Sartre. La plenitud de la vida (la autobiografía de esta autora se divide en cinco libros distintos) se inicia en la tardía adolescencia de Beauvoir y cubre hasta los años de la guerra, y fue publicado originalmente en 1960.
El relato se inicia con algo de vaguedad, Simone de Beauvoir estaba en esos momentos acomodándose a una vida de trabajo, dando cuerpo a sus proyectos, contrastando los inicios de su relación con Sartre con su filosofía; pero a medida que se van superando estos primeros tramos del libro, podemos hincarle de lleno el diente a aspectos más atractivos, como la ampliación del círculo de conocidos y amigos de la autora, la intelectualidad de la Rive Gauche (donde destacan el pintor Alberto Giacometti, Hemingway, Jean Cocteau y Picasso), la descripción acuciosa y llena de sabor del París de los años 30 y 40, la ocupación de la capital francesa por parte de las fuerzas nazis, y la destreza de Simone de Beauvoir para balancear –desde un punto de vista existencialista- el momento histórico, con sus particulares sentimientos y su formación como escritora. En este último punto, este libro es también una lección sobre cómo escribir, un ejemplo más que interesante sobre lo que se conoce como “cocina literaria”.
La plenitud de la vida es un libro que perfectamente funciona en sí mismo, pues no es necesario estar al tanto de los otros capítulos de la vida de Simone de Beauvoir. Esto, unido al hecho de que la edición de Debolsillo se da en un papel corriente, sin mayor lujo (por lo tanto sin mucho costo), pone al alcance del lector una vida ejemplar, un relato de una de las mentes brillantes del siglo XX y un retrato contundente de la historia reciente de la humanidad.


Simone de Beauvoir
“La plenitud de la vida”
Ed. Debolsillo, Buenos Aires, 2006, 639 págs.



*Publicado originalmente en El Periodista N° 115, 6 de octubre de 2006

1 comentarios:

Verena Sánchez Doering dijo...

es un gusto llegar aqui, tienes un espacio muy bueno
me dejaste un saludo en el blogs de poesias
te doy las gracias
un abrazo y un buen fin de semana


besos y sueños