sábado, 16 de diciembre de 2006

Vivir con dignidad


“Vida y época de Michael K.” (Ed. Random House, 2006) es otra prueba fehaciente de que el sudafricano John Maxwell Coetzee, se merece el Premio Nobel de Literatura que se le otorgó en 2003. La editorial Random House ha traído a los lectores de lengua castellana desde hace un buen tiempo (y con mayor razón desde 2003) la obra de este escritor, y en esta ocasión, la entrega no ha decepcionado.
La pluma del autor de libros como “Foe” y “Elizabeth Costello” ahora muestra una gran destreza para entregar una historia sencilla, la de un viaje, pero a la vez cargada de una profundidad que bien puede remover alguna célula interna que se pregunte por el sentido de la existencia. Coetzee nos inserta en la Sudáfrica de la década de los 70, partida en dos por la guerra civil, el mundo del frágil Michael K., que inicia un viaje, a instancias de su moribunda madre, al lugar de sus orígenes. El eje central de este libro es el viaje, el trayecto en el que no solamente se puede ir comprobando un país fracturado por un conflicto armado, sino que se sustenta en la odisea de Michael K hacia el centro de la experiencia humana, buscando una vida digna.
Escrito en 1983, el libro le valió a Coetzee el prestigioso premio Booker, está escrito en tres partes, la primera (que cubre la gran mayoría del libro) es el relato de las peripecias de Michael K. donde vemos la autenticidad de un ser humano simple que vive de la tierra y la naturaleza, en respuesta a una sociedad que se cae a pedazos, buscando un sentido a su existencia. Las dos partes restantes son visiones de la vida de Michael, desde puntos de vista “normales”, como el de un médico que ve en Michael K. a un ser desnutrido, y de incomprensibles propósitos.
La gran cualidad de este libro es la destreza con la que Coetzee contrasta un entorno en zozobra, y la vida de un hombre que logra abstraerse de todo, y vivir una vida decente en una sociedad que ha perdido la decencia hace rato. Sin ser deliberadamente “instructivo”, Coetzee nos pone ante un personaje del que hoy en día se pueden sacar muchas lecciones. Todo un retrato, contado con una simpleza notable, con no pocos retratos poco felices, pero poderosos, con aparentemente poco espacio para la esperanza, pero al final, entregando un retrato descarnado y auténtico, tal como es Coetzee, desprovisto de artificialidad y pirotecnia, dejando un mensaje que cumple el objetivo de todo buen libro: el mirarnos a nosotros mismos, y al menos rozar, la reflexión sobre de qué va nuestra vida.


J.M. Coetzee
“Vida y época de Michael K.”
Ed. Random House Mondadori, Barcelona, 2006, 187 págs.



*Publicado originalmente en El Periodista N° 119, 8 de diciembre de 2006

0 comentarios: