viernes, 2 de septiembre de 2011

El sentido del viaje

Hace bastante rato que el nombre de Cynthia Rimsky (Santiago, 1962) surge en la literatura nacional a la hora de nombrar escritores que cuentan con propuestas interesantes y dignas de lectura. Rimsky ya ha llamado bastante la atención con dos obras anteriores, Poste restante (2001) y Los perplejos (2009), ambos publicados por la editorial Sangría, y ahora es la editorial Fondo de Cultura Económica la que publica su última entrega, Ramal. Acá una digresión. Dentro de una más que correcta edición, sólo hay un traspié, la solapa, donde figura una poco afortunada foto de la autora.
La contraportada de esta novela –al menos la porción a cargo de la escritora mexicana Valeria Luiselli- compara la escritura de Ramal con la de W.G. Sebald (tal vez lo más parecido sea el utilizar fotografías al interior del texto). Lo cierto es que la lectura de esta novela de Cynthia Rimsky no nos lleva por los anillos de Saturno, sino que nos revela un tributo a Claudio Magris, y más específicamente a El Danubio. Hablemos claramente, la escritura de Magris no se parece en nada a la de Rimsky, pero es claro que ambos textos comparten puntos de fuga similares. El viaje, bordeando un río, por parte de un protagonista que emprende una travesía por encargo, son elementos comunes en ambas obras, que toman rumbos distintos.
La historia es protagonizada por “el que viene de afuera”, quien tiene como proyecto el explorar el potencial turístico que tiene el ramal entre Talca y Constitución, con todas sus estaciones, perdidas en el boscaje impenetrable de la provincia profunda, donde el tiempo se olvidó de avanzar, o bien, como lo desliza la autora en más de un pasaje del libro, es el mal llamado progreso (encarnado en una planta de celulosa, por ejemplo) que deja en el abandono a esos poblados.
Desde el principio de esta historia podemos constatar a una autora en pleno dominio de sus talentos narrativos, cosa bien poco común dados los tiempos que corren. Como pocos en la narrativa actual, Rimsky aporta con Ramal una narrativa con un ritmo preciso, una respiración adecuada, que da cuenta de una novela construida con cuidado, con una precisión poética. Dividido en “vueltas” el relato va dado cuenta de lugares que representan la resistencia, y es por esto que antes de representar un tiempo que se fue, encarnan la precariedad de un presente más urgente que nunca, tanto en los pueblos que sobreviven a la vera del ramal, así como en la relación que el protagonista mantiene con su hijo.
En ambas dimensiones hay zozobra y urgencia, situaciones retratadas con una destreza encomiable por parte de Cynthia Rimsky, que con esta novela aporta uno de los libros más valiosos que ha aparecido en el año.

Cynthia Rimsky
“Ramal”
Editorial FCE, Santiago, 2011, 161 págs.


*Publicado originalmente en El Periodista N° 207, 2 de septiembre de 2011

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