miércoles, 21 de noviembre de 2012

Murmullos



Con Ruido (Alfaguara, 2012), la última entrega del escritor y comentarista televisivo Álvaro Bisama, pasa que leerlo es algo cercano a escuchar misa. El desarrollo del estilo que el autor devela en este libro va dando muestra de que se está despegando del pelotón generacional, sacando unos buenos pescuezos, luego cuerpos de ventaja a compadres generacionales que optan por seguir vagando en la nebulosa de la fantasía, antes que plantarse frente al espejo negro y tenebroso que fue el vivir en el Chile de los 80, en este caso, uno de sus episodios más delirantes, el del vidente de Villa Alemana, un niño abandonado y dado al tolueno, que un día vio a la Virgen María, convocó a miles al pie de un cerro, y finalizó sus días con el sexo cambiado, sumido en el alcohol y asegurando ser descendiente de los zares. ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽do muestra que se est`autor devela en este libro va dando muestra que se esto ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽sexo cambiadodo al toluenocoleccionables, Bisama viene a hablar por la boca muerta de los ca optan por seguir vaganaod
             Al tiempo desenvuelve su memoria en el libro, Bisama se muestra dueño de un arsenal de herramientas que dan a su relato un dinamismo pleno de aplomo, maduro. Como en una ceremonia, maneja los ritmos, impone pausas y letanías, compartimenta velocidades y respiraciones. El autor encara la crónica del vidente de Villa Alemana con sigilo, con precisión, no solamente reconstruyendo las circunstancias que adornaron el paisaje de esta época tremebunda, sino que consignando también la especulación, el prejuicio y el delirio, todo mezclado en una época en que la regla era el no saber.
Aún cuando en este libro se vuelve al punk, ovnis y otros elementos de utilería presentes en cierta narrativa nacional, Ruido revela un Bisama personal, que deja de lado los finales de mundo, para abrir el propio. Nada mejor. Pocas decisiones hay más acertadas en la literatura que ésa. Habla el autor: “¿Cómo crecimos? Crecimos con la voz de nuestros padres viniendo de lejos, convertida en un murmullo sin sentido que nos quemaba los oídos”. Ruido es una letanía precisa, abundante en ritmo e imágenes, un cante jondo que es el de muchos chilenos. Con todos los guiños a las figuritas coleccionables, Bisama viene a hablar por la boca muerta de los caídos.


Álvaro Bisama
“Ruido”
Ed. Alfaguara, Santiago, 2012, 168 págs.