Dentro de los hitos editoriales del año
de seguro contará la aparición de Poco
hombre (Ediciones UDP, 2013), la primera antología de las crónicas de Pedro
Lemebel, preparada por el crítico español Ignacio Echevarría y que pone a
disposición del lector un conjunto selecto de la obra de uno de los mejores cronistas
iberoamericanos de la actualidad, recientemente condecorado con el Premio
Iberoamericano José Donoso, que entrega la Universidad de Talca.
Pedro Lemebel posee características que
en el grueso de los escritores locales –narradores sobre todo- son
inexistentes. Una de ellas es una destreza única en el manejo del lenguaje, a
tal nivel que sólo destacar el talento es quedarse corto, pues Lemebel crea una
lengua en sus crónicas, enriqueciendo el acervo de palabras con términos
rescatados del arrabal. En este libro puede leerse con un sentido histórico
doble, el del Chile de los últimos 40 años, en paralelo a una historia
personal. La selección de Echevarría a partir de los siete libros de crónica de
Lemebel se puede revisar como una historia del Chile que se pasa por alto, el
que estaba ahí cuando elegimos mirar para otro lado. Lemebel repasa el
acontecer nacional en su estilo, sin ningún tipo de freno y con una
consecuencia única. Una historia contigua a la del propio autor, hecha de sexo e
intimidad sucia, de miedo y discriminación, de SIDA, responsable de tantas
muertes como los aparatos represores, de la pobreza y humor de la barriada, de
la música AM como ruido de fondo.
Lejos de ser un fenómeno, Pedro Lemebel
es una voz persuasiva en permanente indignación que se ha mantenido vigente
durante más de dos d écadas.
La valentía antes mencionada, bastarda y sucia, permite esa presencia en un
país donde el conservadurismo del paisaje y el discurso vacío de la corrección
política han contribuido para articular un discurso complaciente (en este
sentido, la ya legendaria crónica “Las orquídeas negras de Mariana Callejas”
viene al dedillo). Mapuches, detenidos desaparecidos, homosexuales, los
desposeídos, esos son los personajes lemebelianos que adquieren voz en su
croniqueo marica sustentado en la oralidad callejera y escrito con violencia en
respuesta a la violencia.
Volviendo al prólogo de Echevarría, se
habla ahí de un barroquismo, de estrategias retóricas, conceptos que parecieran
llegar desde el Polo Norte al parangonarlos con la obra lemebialina. Es casi el
mismo efecto que se palpa al comparar la obra de Lemebel con escritores
carentes de fuerza y profundidad, o siquiera mínimo talento como Pablo
Simonetti. Echevarría habla también de seducción, y ahí también acierta, pues
Lemebel seduce, aunque no hace escuela. Lo importante: la selección que hace el
antologador de Nicanor Parra cumple al orientarse por una de las claves que
jalonan su obra, el construir el panorama urbano y social, que se ha
transformado en una historia paralela, honesta y original del Chile reciente.
Tal como en Pedro Lemebel no hay medias
tintas, tampoco en su obra hay puntos bajos. Hay un océano de pasajes que
escoger: “Y así se fue la loca en la noche payasa, de árbol en árbol, corriendo
y zapateando, escondiéndose y temblando, mientras cruzaba la ciudad sitiada con
el corazón en la mano y el poto sucio goteando las calles fúnebres de la
dictadura”. O éste: “Y con esta misma boca que canta el ave maría rocé la calva
malva de ese durazno rosa, apenas palpé con los labios la piel áspera de esa
carne viva, palpitante en las pequeñas venas que urgían reventar el cuero de
aquel enorme mango jugoso”.
En
Chile nadie dice lo que dice Pedro Lemebel, ni nadie dice nada como lo dice
Pedro Lemebel. No es difícil llegar a estas conclusiones tras revisar Poco hombre, una antología esencial en la
que el autor, al contrario que el grueso de los rebuscados narradores
nacionales “con una flor estilográfica en el ojal mezquino de la solapa”, destila
claridad, memoria, arrojo y humor mezclado con tristeza, elementos que
describen a uno de los puntos más altos de nuestra literatura.
Pedro
Lemebel
Poco hombre
Ediciones
UDP, Santiago, 2013, 280 págs.
*Reseña publicada: http://bit.ly/PocoHombreLUN
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