No
muchos libros se publican en Chile sobre la labor editorial o sobre la historia
de la edición en Chile. Como un obelisco sobresale esa biblia que es Historia del libro en Chile, de Bernardo
Subercaseaux. En tiempos más cercanos otra publicación se refirió al libro
nacional: Editado en Chile, de Paula
Espinoza, con fotografías de Alfredo Méndez, que cuenta la historia, en texto e
imágenes, de libros consulares que se hayan jalonado la historia editorial chilena
del último siglo.
En esta ocasión, Felipe Reyes (1977),
un chileno “que se ha desempeñado en cada uno de los eslabones de la cadena del
libro”, ha escrito Nascimento: El editor
de los chilenos, un libro que repasa la vida de uno de los personajes principales
en la historia del libro chileno, Carlos George Nascimento, un portugués,
natural de las islas Azores, que en algún momento de su vida se vio enfrentado
a la disyuntiva de dedicarse a cazar ballenas o buscar fortuna lejos del hogar.
Carlos optó por lo segundo y recaló en 1905, tras un largo periplo, en Chile.
Felipe Reyes, que buscando
literatura chilena antigua, se topó constantemente con un nombre: Nascimento.
Su curiosidad lo llevó a indagar sobre el pater
familias del libro nacional, y a confeccionar una historia tan admirable
como completa, puesto que este volumen funciona al mismo tiempo como una
biografía del portugués, así como una revista a casos de éxito de la literatura
chilena del siglo XX. Indisputablemente, Carlos George Nascimento fue un actor
clave en la cultura chilena del siglo pasado, impulsando una manera de conducir
editoriales y publicar libros que es irrepetible en el Chile actual.
Carlos George Nascimento encarna la
idea romántica del editor, el editor de mesa que dialoga con sus autores,
departe con ellos, organiza plácidas tertulias en su librería, se instala en un
momento con su propia imprenta y no duda nunca en ejercer el mecenazgo y con proverbial
olfato, aún cuando el propio editor sabía que los libros de ese autor no se
venderían como pan caliente. Así Nascimento se la jugó por desconocidos que
acabarían siendo premios Nobel como Neruda y Mistral, a instancias de Eduardo
Barrios. Un sentido de la importancia que hoy pareciera, en alguna medida,
pervivir en algunas editoriales independientes.
Con todo, el título del libro, amén de
tener cierto tono de propaganda cervecera, es también algo injusto. No hay que
olvidar que la época en que Nascimento editaba, fue llamada la “edad de oro”
del libro en Chile, en el que nuestro país se daba el lujo de crear libros y exportarlos
a toda Hispanoamérica; ello fue así no porque toda esa gloria dorada recayera
en una sola persona, sino en varias, como el intelectual peruano Luis Alberto
Sánchez o los hermanos Soria, entonces ¿Por qué Nascimento sería EL editor de
los chilenos?, ¿por qué no también Soria o Luis Alberto Sánchez? Lo que sí es
más exacto y menos sobregirado es que Nascimento fue el editor de la literatura
chilena.
Amén de que el título del libro está
un poco pasado de rosca, ello no desmerece en nada la contundente investigación
que ha hecho Felipe Reyes, un aporte genuino, generoso y acucioso para
comprender a uno de los maestros editoriales del país.
Felipe
Reyes
Nascimento:
El editor de los chilenos
Minimocomun
ediciones, Santiago, 2014, 299 págs.
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