viernes, 4 de julio de 2014

En las buenas y en las malas



Mezclar fútbol y memoria, ese es el propósito que motiva la colección “Amor a la camiseta” de Lolita Editores, sello comandado por el escritor y periodista deportivo Francisco Mouat. La colección comprende libros sobre Colo-Colo, Universidad de Chile, Unión Española, Universidad Católica, Santiago Wanderers y también un curioso plus, un tomo para los futboleros sin camiseta. El escritor y periodista Diego Zúñiga es el autor de Soy de Católica, en cuyas páginas iniciales señala: “Soy de Católica desde que tengo recuerdo, pero no sé muy bien cómo llegué a esa elección”.
Además de la natural intención de revivir momentos de gloria con el club de sus amores, el autor esboza otro interesante propósito: “Escribo este libro para hablar de clases sociales, del resentimiento, de las injusticias, del mal trabajo de los dirigentes, de las etiquetas con las que hemos tenido que convivir en estos últimos años”. Loables intenciones que abren el repaso a una serie de instantes brillantes en la historia reciente de la UC, que en el libro se vislumbran no desde la perspectiva del dato duro o la estadística, sino de la evocación del autor. De esta forma el libro repasa hitos ilustres en los anales cruzados -posteriores, eso sí, a 1987, año de nacimiento del autor-, tales como el equipo campeón de ese año, la Copa Libertadores de 1993, las inmortales campañas de Alberto Acosta y Néstor Gorosito en la Católica comandada por Manuel Pellegrini, hasta llegar a estos días, de incertidumbre para el pueblo cruzado, cuando los tres campeonatos perdidos en un año son una espina envenenada.
Desde luego el tono del libro es de hincha; Zúñiga escribe con la camiseta franjeada y en primera persona plural, y utiliza la memoria tanto como puente hacia las felices remembranzas de la grandeza cruzada, así como para repeler prejuicios, como aquel mote cruel de “segundones”. Así, mientras explora el anecdotario de la UC, Zúñiga devela elementos que convierten al hincha en hermano, mediante la creación de lazos difíciles de explicar, según el autor. En buenas cuentas, lo que hace el autor en Soy de Catol﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽cuentas, lo que hace el autor en Soy de Cat hermano, mediante la creacipeonatos perdidos en un solo añocho, sino del rólica es el ejercicio más puro que puede hacer el fanático: recordar los triunfos y victorias del equipo amado y linkearlos a la biografía íntima, resignificando el pasado y dándole algo de sentido a estos días, que para los hinchas de Católica son casi pura ansiedad. Zúñiga arma un álbum de recortes, y el libro acaba como una pieza de adolescente atestada de pósteres de ídolos y oncenas ganadoras, imágenes que funcionan como combustible permanente del amor por los colores.
En la mayoría del volumen Diego Zúñiga logra refinar el discurso del fanático, sin embargo, en ciertas páginas el cronista cede a la calentura, como cuando le deja la pierna puesta a Pedro Carcuro, calificándolo de “insoportable”. Pero el fair play se esfuma cuando el autor le mete un planchazo en el pecho al arquero Paulo Garcés, quien, según Zúñiga, “se merecería un capítulo entero, el que estaría dedicado a los grandes traidores: no existe en este momento ningún jugador que me moleste tanto como Garcés: tiene talento, es cierto, pero es sucio y desleal”, un arrebato algo extraño en un relato que debiera tender más hacia la épica que a la pasada de cuentas. Honesto en sus rabias, pero también en sus amores, Diego Zúñiga equipara la tirria hacia Garcés con una admiración frenética por Gary Medel.
Finalmente Soy de Católica cumple su objetivo: ser un portarretratos de las instantáneas más hermosas la historia cruzada, que nutren un sentimiento del que en la propia barra Los Cruzados advierten: “no traten de entenderlo”. mo﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽o recuerdo, pero no sèero no s


Diego Zúñiga
Soy de Católica
Lolita Editores, Santiago, 2014, 136 págs.

*Reseña publicada: http://bit.ly/SoydeCatolica

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