El
volumen opera de formas profundas e insospechadas. No solamente es un
muestrario, un inventario, una revisión de la casuística contra natura –por
decirlo de algún modo- de las prácticas literarias, editoriales o autorales,
sino que Pron logra cuestionar la figura del autor. Esto no es un ejercicio
nuevo –el autor en su propio libro describe cierto descrédito de esta figura-
pero a través de las notas que el autor compone, no solamente revisa un reverso
atractivo de la historia de la literatura, sino que pone en perspectiva la
centralidad del autor, su imperio. De ahí que el título del libro pueda sonar
algo engañoso, pues no se ataca el libro como objeto exclusivamente, sino que más
la figura del autor, su desmitificación, el despojo de su impronta romántica. Y
por si ello no fuera suficiente, Pron se encuentra en algún momento poniendo
frente a frente la verdad y la mentira, cuando habla de falsificaciones.
Pron
enumera prácticas como la creación colectiva, el juego literario, el collage,
el plagio, la censura política, la apropiación de textos por parte de terceros.
En este libro hay erudición –por momentos, las enormes notas a pie de página
recuerdan a David Foster Wallace-, pero también hay una cautivante revisión de
casos en los cuales el autor decide callar para siempre, casos que pueden ser
conocidos como los de Rimbaud o Salinger.
El
volumen cierra con un repaso la actualidad de la industria del libro, sus
crisis, más específicamente. Este momento crítico se jalona en la menor
capacidad adquisitiva que tienen las personas y el consecuente decenso de la
compra de libros y, luego, de la lectura; y también la irrupción de la
literatura en digital, que ha minado el poderío de editoriales, comentaristas e
intelectuales. Todo esto pone de manifiesto una voluntad del autor argentino,
la de hacer visible la viabilidad de estudiar y valorar la literatura, pero
desprovista de la figura del escritor, al tiempo que subvierte la muerte del
autor anunciada por Roland Barthes, e instala en su puesto a la tecnología como
el desbarajuste más influyente a la hora de preguntarse por el lugar de los
escritores hoy en día.
Patricio
Pron entrega un volumen multifacético, estimulante, y versátil, que aborda un
cúmulo de ideas y cuestiones, al tiempo que revive historias coloridas y
extrañas de libros y escritores, e invita a reflexionar, desde una atalaya
fresca, sobre la literatura.
Patricio
Pron
El
libro tachado
Turner,
Madrid, 2014, 305 págs.
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