El noroeste de
Londres (Northwest, NW). Un puñado de personajes que crecieron en ese sector,
menos aventajado, de la capital inglesa. Un puñado de personajes que habitan
Caldwell, un complejo de viviendas sociales, compuesto por cinco blocks que
llevan nombres de filósofos ingleses. La vida de estos personajes que viven en
un vecindario pobre con nombres filosóficos es lo que narra NW, la última novela de Zadie Smith.
Hay quien dice que
las novelas de Smith comprenden sorprendentes dimensiones filosóficas al mismo
tiempo que se hacen cargo de cuestiones del entorno, sociales, políticas. Acá
pasa lo mismo, pero con un lenguaje más trabajado, estirado. Smith no se aleja
mucho de sus raíces, pero no se queda pegada en fórmulas ganadoras.
Leah Hanwell abre el
libro. Leah es un personaje cuyos pensamientos y descripciones llenan la
primera parte. Ella es una mujer blanca, en sus treinta, que ama a Michel, su
marido peluquero, y a su perro. Su origen irlandés y su presente inglés chocan.
Trabaja en una oficina donde sus compañeros la joroban por ser la única que no
tiene hijos, y se repite como un sonsonete el mantra del empoderamiento, aún
cuando quienes ahí laboran no tienen mucho m ás que rascarse con sus propias uñas. Leah
odia a su amiga Natalie Blake, una abogada que se casó bien, y a quien las
cosas le van, en general, mucho mejor que al resto de viejos vecinos del
complejo Caldwell. A Leah tambi én le
complica el paso del tiempo. Los demás progresan, mientras ella se ha quedado
pegada en una tardía adolescencia, donde todo es promesas y potencia. Lo bueno
está por llegar, pero nunca lo hace.
Después de Leah, la
acción se enfoca en Felix Cooper. Zadie Smith baja un cambio, tal vez dos, y la
narración se aquieta. No se paraliza, fluye con calma con los pensamientos que
se percutan a partir de la observación que hace Felix de una fotografía de
infancia. El día de Félix –un drogadicto rehabilitado- es relajado, se levanta
junto a su novia, vuelve al barrio a visitar a su padre. Luego se traslada al
centro, a ver un auto deportivo y luego tiene una recaída con una pareja del
pasado.
Aparece Keisha, la
mejor amiga de Leah. Keisha –de raza negra- ahora se llama Natalie, se cambió
el nombre antes de convertirse en abogada, y ello es también caldo de cultivo
para el resentimiento de Leah. Acá la narración da otro giro, se compone de 185
fragmentos numerados, que cuentan en una más lejana tercera persona, desde el
momento en que, cuando niña, Keisha salvó a Leah de morir ahogada, la tirante
amistad entre una niña blanca y otra negra, la vida escolar, universitaria y el
matrimonio. Todo esto teñido de la rigidez religiosa de la familia de Keisha, y
luego por el tortuoso camino que debe recorrer para progresar en su profesión.
Keisha trabaja con gente que no la quiere. Luego llega la maternidad, que no es
valorada por la trascendencia que, en el papel, provee el engendrar y criar
hijos, sino que por el trabajo que dan. Keisha sabe trabajar y mantenerse
ocupada llena sus expectativas. Pero las trizaduras de una vida algo hueca
empiezan a notarse. Keisha encuentra en un chat algo de lo que la rutina diaria
no le provee, una novedad que la aleja de su matrimonio, hasta que
eventualmente este se quiebra.
Zadie Smith ha
creado una novela que, compleja y ambiciosa, abre todo tipo de posibilidades.
Cada una de las secciones puede guardar otras historias que trabajar. Todo está
más abierto, y va –puede ir- mucho más allá de ser meramente el seguimiento
vital de dos amigas de infancia. Puede ser mucho decir, pero la complejidad de
la estructura y situar la historia en un conjunto vecinal y tender puentes
entre ambos estamentos, la acercan más al Perec de La vida instrucciones de uso, puesto que acá también se da un
conjunto de existencias compartimentadas en casas habitación. Hay quien dice
también que NW le debe a Virginia
Woolf y su Mrs. Dalloway, por la
forma en cómo se tratan los personajes femeninos y su “perdición” en vidas
matrimoniales algo desabridas a la luz de la vida moderna. También puede ser,
pero no es desacertado decir que este libro es mérito de Zadie Smith y su
habilidad y técnica para organizar la experiencia, o acercar los pedazos de
vida diaria de un puñado de personas cuyo heroísmo sucio, o antiheroísmo, es
superar cada día de la vida misma.
Zadie Smith
NW London
Salamandra,
Barcelona, 2013, 377 págs.
0 comentarios:
Publicar un comentario