Mezclar fútbol y memoria, ese es el
propósito que motiva la colección “Amor a la camiseta” de Lolita Editores,
sello comandado por el escritor y periodista deportivo Francisco Mouat. La
colección comprende libros sobre Colo-Colo, Universidad de Chile, Unión
Española, Universidad Católica, Santiago Wanderers y también un curioso plus,
un tomo para los futboleros sin camiseta. El escritor y periodista Diego Zúñiga
es el autor de Soy de Católica, en cuyas
páginas iniciales señala: “Soy de Católica desde que tengo recuerdo, pero no sé
muy bien cómo llegué a esa elección”.
Además de la natural intención de revivir
momentos de gloria con el club de sus amores, el autor esboza otro interesante
propósito: “Escribo este libro para hablar de clases sociales, del
resentimiento, de las injusticias, del mal trabajo de los dirigentes, de las
etiquetas con las que hemos tenido que convivir en estos últimos años”. Loables
intenciones que abren el repaso a una serie de instantes brillantes en la
historia reciente de la UC, que en el libro se vislumbran no desde la
perspectiva del dato duro o la estadística, sino de la evocación del autor. De
esta forma el libro repasa hitos ilustres en los anales cruzados -posteriores,
eso sí, a 1987, año de nacimiento del autor-, tales como el equipo campeón de
ese año, la Copa Libertadores de 1993, las inmortales campañas de Alberto
Acosta y Néstor Gorosito en la Católica comandada por Manuel Pellegrini, hasta
llegar a estos días, de incertidumbre para el pueblo cruzado, cuando los tres
campeonatos perdidos en un año son una espina envenenada.
Desde luego el tono del libro es de
hincha; Zúñiga escribe con la camiseta franjeada y en primera persona plural, y
utiliza la memoria tanto como puente hacia las felices remembranzas de la grandeza
cruzada, así como para repeler prejuicios, como aquel mote cruel de
“segundones”. Así, mientras explora el anecdotario de la UC, Zúñiga devela
elementos que convierten al hincha en hermano, mediante la creación de lazos
difíciles de explicar, según el autor. En buenas cuentas, lo que hace el autor
en Soy de Cat ólica
es el ejercicio más puro que puede hacer el fanático: recordar los triunfos y
victorias del equipo amado y linkearlos a la biografía íntima, resignificando
el pasado y dándole algo de sentido a estos días, que para los hinchas de
Católica son casi pura ansiedad. Zúñiga arma un álbum de recortes, y el libro acaba
como una pieza de adolescente atestada de pósteres de ídolos y oncenas
ganadoras, imágenes que funcionan como combustible permanente del amor por los
colores.
En la mayoría del volumen Diego Zúñiga
logra refinar el discurso del fanático, sin embargo, en ciertas páginas el cronista cede a la
calentura, como cuando le deja la pierna puesta a Pedro Carcuro, calificándolo
de “insoportable”. Pero el fair play
se esfuma cuando el autor le mete un planchazo en el pecho al arquero Paulo
Garcés, quien, según Zúñiga, “se merecería un capítulo entero, el que estaría
dedicado a los grandes traidores: no existe en este momento ningún jugador que
me moleste tanto como Garcés: tiene talento, es cierto, pero es sucio y
desleal”, un arrebato algo extraño en un relato que debiera tender más hacia la
épica que a la pasada de cuentas. Honesto en sus rabias, pero también en sus
amores, Diego Zúñiga equipara la tirria hacia Garcés con una admiración
frenética por Gary Medel.
Finalmente Soy de Católica cumple su objetivo: ser un portarretratos de las
instantáneas más hermosas la historia cruzada, que nutren un sentimiento del
que en la propia barra Los Cruzados advierten: “no traten de entenderlo”.
Diego
Zúñiga
Soy de Católica
Lolita
Editores, Santiago, 2014, 136 págs.
*Reseña publicada: http://bit.ly/SoydeCatolica
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